¡Ándate con ojo!

El uso continuado del ordenador es una amenaza para nuestra salud ocular.

En la pasada publicación ya hablamos de la extraordinaria evolución que habíamos experimentado en los últimos siglos y cómo, obligados por las circunstancias, habíamos ido adaptando nuestra forma de vida a la multitud de herramientas que habían ido surgiendo en ese proceso de cambio, como es el caso de los ordenadores.

Problemas oculares por la digitalización

En el ámbito laboral, académico e incluso en el hogar, los ordenadores ocupan un importante lugar, cada día desde edades más tempranas, y los problemas de salud derivados de un uso excesivo, son más que evidentes. En este artículo vamos a centrarnos en cómo puede afectar el uso de los ordenadores a la salud de nuestros ojos.

La presencia de síntomas oculares como enrojecimiento, fatiga ocular, visión borrosa, incluso dolor de cuello y cefaleas se ha convertido en una constante en la consulta de muchos sanitarios especialistas en el campo de la visión.

Las pantallas proyectan imágenes en píxeles, unos píxeles que cambian continuamente, aunque no lo apreciemos. Esto provoca que los ojos tengan que enfocar y reenfocar constantemente, siendo, este hecho, en multitud de ocasiones, el motivo de las cefaleas y de la fatiga ocular. Estudios publicados afirman que, al trabajar frente a un ordenador, se ejecutan entre 12 mil y 33 mil movimientos de cabeza y ojos por día. Demasiado esfuerzo en una sola jornada, ¿no crees?

Además, un número excesivo de horas delante del monitor obliga a nuestro sistema visual a un enfoque mantenido, lo que implica un aumento de la hendidura palpebral (abertura natural que existe entre los párpados) y conlleva: mayor exposición de la superficie ocular, mayor evaporación de las lágrimas y sequedad.

Factores como el tiempo de exposición, la distancia y el ángulo de trabajo, la iluminación, el reflejo del monitor, la disposición del mobiliario, la temperatura y la humedad, pueden considerarse como grandes influyentes en el desarrollo de la sintomatología ocular. Pero, por suerte para nosotros, la mayoría de ellos pueden modificarse.

Desde Clínica Luis Baños, y siempre velando por tu bienestar, queremos dejarte unas pautas que te ayudarán a mantener una buena salud visual en el lugar de trabajo:

  • Descansa, por lo menos, 10 minutos por cada hora de trabajo con ordenador; esto te ayudará a reducir la fatiga ocular y a relajar la musculatura ocular. Durante esos 10 minutos o más, mira a lo lejos, considerando que el infinito visual se encuentra a unos 6 metros de distancia.
  • Procura dejar una distancia de trabajo entre el monitor y los ojos de 45 a 55 cm con un máximo de 70 cm, así como un ángulo visual de entre 10º y 20º por debajo de la horizontal, con 30º como límite superior.
  • Ubica el monitor de forma que quede perpendicular a las ventanas, nunca de frente o de espaldas, así evitará la aparición de reflejos o deslumbramientos. Es importante, también, que evites situar la pantalla justo debajo de las luces situadas en el techo. Por todo esto, será de gran utilidad contar con un brazo articulado o una plataforma giratoria que permitan que el monitor pueda moverse en las tres direcciones del espacio, facilitándose así la orientación de la pantalla en la dirección óptima en relación con las fuentes de luz de la oficina.
  • Usa, siempre que sea posible, protectores o filtros de pantalla.
  • Trabaja con tamaños de letra grandes y con combinaciones de colores suaves.
  • Por último, es importante que tengas muy en cuenta la temperatura en el lugar de trabajo; el abuso del aire acondicionado produce sequedad ocular.

 

Así pues, podemos concluir que el daño ocular y el uso prolongado de ordenadores en condiciones inadecuadas están íntimamente relacionados y que, con sencillas modificaciones en el ámbito laboral, así como con pequeños cambios en nuestros hábitos, podemos prevenir y reducir notablemente los efectos negativos en nuestra visión.

En el caso de que precisaras de ayuda más específica, desde Clínica Luis Baños realizamos un tratamiento global en el que tratamos la estructura, liberando posibles tensiones craneales, de la órbita y del globo ocular. Además, interactuamos con otros profesionales como son los optometristas, que se encargan de mejorar la función y la coordinación de los ojos.

El próximo y último post de esta serie de recomendaciones para hacer de tu lugar de trabajo una estancia más saludable y confortable, hablará de ergonomía laboral. No te lo puedes perder, pues estamos convencidos que descubrirás cambios sencillos que mejorarán sensiblemente tu espacio de trabajo.

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