La fisioterapia respiratoria pediátrica se presenta como una herramienta fundamental en el tratamiento y prevención de las alteraciones que afectan al sistema respiratorio.
Con esta terapia se consigue mejorar el pronóstico y la resolución de patologías cada vez más frecuentes en los países desarrollados, como son el asma, la bronquiolitis, catarros de vías altas y neumonía entre otras.
Este incremento en el desarrollo de ciertas patologías es debido a: la prematuridad, la mayor tasa de escolarización y el aumento de la contaminación ambiental, lo que, además, también genera un mayor índice de alergias.
Se trata de una terapia indolora, eficaz y segura que persigue mejorar la calidad de vida de estos niños, algunos de ellos con patologías crónicas asociadas, en algunas ocasiones, a enfermedades neurológicas.
Al mejorar la función respiratoria, conseguimos mejorar, también, el descanso nocturno y la alimentación.
Es importante aclarar que la fisioterapia respiratoria pediátrica no sustituye la terapia prescrita por el pediatra, sino que es un complemento que resulta de gran ayuda.
¿Qué objetivos se persiguen?
La fisioterapia respiratoria pediátrica pretende enseñar, tanto al niño como a los familiares, las distintas técnicas y ejercicios que le permitirán mejorar su salud respiratoria, manteniendo la permeabilidad de la vía aérea mediante la eliminación eficaz de las secreciones y la optimización de los mecanismos del propio cuerpo; disminuyendo así las complicaciones de estas patologías.
Sintetizando y aclarando estos beneficios, el tratamiento con fisioterapia respiratoria pediátrica consigue:
- Disminuir la sensación de fatiga respiratoria o disnea.
- Mejorar la permeabilidad de la vía aérea y, con ello, la expulsión de las secreciones.
- Mejorar la competencia y eficacia de los músculos respiratorios, mejorando la función mecánica respiratoria (la manera de respirar).
- Dar al paciente herramientas que le proporcionen mayor calidad de vida.
¿Qué profesional debe realizar esta terapia?
En casos de pacientes con patologías respiratorias se requiere la actuación de profesionales cualificados y con la formación correspondiente para una correcta aplicación de la terapia. De lo contrario, no solo no será de ayuda, sino que puede suponer un aumento en las complicaciones de la enfermedad. Por lo tanto, el fisioterapeuta debe de disponer de una formación y entrenamiento adecuados para facilitar la recuperación del paciente.
Para asegurar el mantenimiento de los resultados obtenidos durante más tiempo, es importante que los padres aprendan distintas técnicas que, durante la sesión, el fisioterapeuta les va a ir enseñando. Es, por tanto, fundamental la colaboración de los padres tanto durante la sesión de fisioterapia respiratoria pediátrica como fuera de ella.