Alteraciones de la marcha en niños

¿Has notado que tu hijo/a camina raro? ¿Mete los pies hacia dentro o camina de puntillas? ¿Se queja de dolores en las piernas?

Si se da esta situación en niños menores de 7 años, por regla general, no debemos alarmarnos. Pero sí es conveniente consultarlo con un traumatólogo especialista o con un fisioterapeuta especializado en neurodesarrollo, ya que, en muchos casos, sí son reflejo de una alteración en el desarrollo motor.

Si nos centramos en la posición de los pies hacia dentro, podemos destacar varias causas centradas en la cadera, la tibia e incluso la propia columna, tanto en la región cervical como en la región lumbar. Por tanto, conviene revisar estos aspectos y asegurar que su desarrollo se está dando de forma correcta.

Nuestro tratamiento combina la osteopatía y la terapia manual pediátrica integrativa (TMPI), con la que evaluamos y perseguimos un buen desarrollo psicomotor del bebé, con técnicas no invasivas, indoloras e indicadas especialmente para ellos. Hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, el tratamiento fisioterápico no sustituye al médico o al ortopédico, sino que se trata de una ayuda adicional para conseguir un adecuado desarrollo.

¿Por qué es tan importante que la marcha de nuestros niños sea correcta?

Porque los pies son los pilares de nuestro cuerpo y nuestro medio de comunicación con el suelo. A través de ellos, entra a nuestro sistema gran parte de la información procedente del exterior. Son la base que nos sujeta y nos permite desplazarnos.

Partiendo de estos principios podemos entender que, a partir de la posición de los pies, el cuerpo irá adaptando su postura en relación con ellos, influyendo, entonces, en la columna y también en la estabilidad del cráneo, e incluso de la visión.

Así que, conviene revisar y asegurar que los pies de nuestros peques están siguiendo un buen desarrollo.