Tortícolis congénita en bebés: Qué es, tratamientos y síntomas

La tortícolis congénita en bebés es una afección que afecta a algunos recién nacidos, caracterizada por una posición anormal del cuello debido a un acortamiento o tensión en el músculo esternocleidomastoideo, junto con otros músculos del cuello. Este problema hace que la cabeza del bebé se incline hacia un lado mientras el cuello gira hacia el lado opuesto.

¿Por qué mi bebé solo pone la cabeza para un lado? Si observas que tu bebé tiende a mantener la cabecita girada o inclinada hacia un lado de manera constante, podría tratarse de tortícolis congénita. A menudo, incluso se puede palpar un pequeño bulto en el músculo afectado

¿Qué es la tortícolis congénita?

La tortícolis congénita en bebé es una afección presente desde el nacimiento que se debe a la tensión o acortamiento de uno de los músculos del cuello, generalmente el esternocleidomastoideo. Esta condición afecta con mayor frecuencia al lado derecho que al izquierdo y puede variar en gravedad, desde leve hasta casos más severos.

La causa exacta no siempre es clara, pero puede estar relacionada con:

  • La posición del bebé en el útero.
  • Un parto complicado que provoque lesiones musculares.
  • Factores genéticos en algunos casos.

Síntomas de la tortícolis congénita en bebés

Los signos principales incluyen:

  1. Inclinación constante de la cabeza hacia un lado.
  2. Dificultad para girar la cabeza hacia ambos lados.
  3. Un pequeño bulto o nódulo palpable en el músculo afectado.
  4. Asimetría facial o craneal si no se trata a tiempo (plagiocefalia).

Tortícolis muscular congénita: cómo detectarla

El diagnóstico de la tortícolis muscular congénita se realiza mediante una exploración física por parte de un pediatra o traumatólogo infantil. En algunos casos, se pueden solicitar estudios complementarios como ecografías musculares o radiografías para descartar otras condiciones.

Tratamientos para la tortícolis congénita en bebés

El tratamiento temprano es fundamental para prevenir complicaciones como asimetría craneofacial o limitaciones en el movimiento del cuello. Las opciones más comunes incluyen:

  1. Fisioterapia: Ejercicios de estiramiento y fortalecimiento muscular supervisados por un fisioterapeuta especializado. Esto ayuda a mejorar la flexibilidad, aliviar la tensión muscular y corregir progresivamente la posición del cuello. Además, la fisioterapia también puede incluir técnicas de masajes suaves para reducir la rigidez. La clínica de fisioterapia y osteopatía Luis Baños podrá asesorarte y crear un plan diseñado para tu bebé
  2. Técnicas de posicionamiento: Animar al bebé a girar la cabeza hacia el lado afectado utilizando juguetes, luces o sonidos que capten su atención. Asimismo, cambiar regularmente la posición del bebé durante la alimentación o al cargarlo ayuda a promover un desarrollo equilibrado del cuello.
  3. Revisión pediátrica regular: Las visitas periódicas al pediatra son esenciales para evaluar el progreso del tratamiento. En estas consultas, el médico podría ajustar las indicaciones o recomendar terapias adicionales según sea necesario.
  4. Intervención quirúrgica: En casos graves y poco comunes donde otros tratamientos no son efectivos, se puede requerir una cirugía para alargar el músculo afectado. Este procedimiento se reserva como última opción y suele ser exitoso para restaurar la movilidad normal.

Prevención y cuidado en casa

Aunque no siempre es posible prevenir la tortícolis congénita, puedes implementar algunas medidas para ayudar a tu bebé:

  • Cambiar la posición del bebé en la cuna regularmente: Alterar la orientación en la que el bebé duerme puede ayudar a evitar que desarrolle una preferencia por un lado específico.
  • Realizar tiempo boca abajo (tummy time): Colocar al bebé boca abajo durante periodos breves, siempre bajo supervisión, fortalece los músculos del cuello, los hombros y la parte superior del cuerpo.
  • Estimular al bebé con juguetes y sonidos: Utiliza juguetes coloridos o que emitan sonidos para animar al bebé a girar la cabeza hacia ambos lados, fomentando un rango de movimiento equilibrado.
  • Evitar largos periodos en una misma posición: Reduce el tiempo que el bebé pasa en sillas para autos o columpios donde el movimiento del cuello está limitado.

Conclusión

La tortícolis congénita en bebés es una afección tratable si se detecta a tiempo. Si notas que tu bebé siempre pone la cabeza hacia un lado o tiene dificultades para mover el cuello, consulta a tu pediatra para obtener un diagnóstico adecuado. El tratamiento temprano, que incluye fisioterapia y técnicas de posicionamiento, puede marcar una gran diferencia en el desarrollo de tu bebé.

Si deseas más información sobre esta o cualquier otra patología, no dudes en contactar con una clínica especializada en fisioterapia y osteopatía. Los profesionales podrán asesorarte y diseñar un plan de tratamiento adaptado a las necesidades de tu bebé.

Recuerda, el bienestar de tu bebé está en tus manos y la atención temprana puede garantizar un desarrollo saludable y feliz.

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